Un aperitivo aquí, un helado allá y en medio ¡qué más da!


Si quieres disfrutar de tus vacaciones hasta el final, ten cuidado con lo que comes y bebes, porque alimentos y bebidas son la mayor causa de enfermedades durante las vacaciones. Las altas temperaturas y la escasa higiene de algunos locales aumentan los riesgos de intoxicaciones alimentarias durante el verano.
Las comidas deben estar siempre suficientemente cocinadas y servirse calientes. Si pides una tapa haz que te la calienten en el microondas y no elijas las que contengan salsas preparadas con huevos, tipo mayonesa. 

Carnes, pescados y mariscos crudos, NO. Las verduras, es mejor tomarlas cocinadas y dejar las ensaladas para prepararlas en casa, lavando antes las verduras con agua a la que habrás añadido unas gotas de lejía. Lava y pela siempre las frutas. 

Los dulces y helados, son fuente de muchas intoxicaciones, por lo que procura no fiarte de cualquier puesto callejero. Es mejor tomar un té, un café o un refresco embotellado.

Si además has elegido como destino un país exótico, tendrás que extremar las precauciones. A lo anterior añade beber siempre agua embotellada. Rechaza los cubitos de hielo, que pueden estar hechos con agua contaminada y no tomes sopas ni caldos fríos.

A todo lo anterior añade tu propia higiene: lávate las manos frecuentemente (no olvides hacerlo antes y después de cocinar y de comer) y conserva todos los alimentos en el frigorífico, incluso los ya cocinados

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