Los padres somos los únicos responsables de la alimentación de nuestros hijos, por lo que una correcta educación es la mejor prevención de la obesidad infantil.
Si porque queremos a nuestros hijos no les permitimos cruzar un semáforo en rojo, por mucho que ellos se empeñen en hacerlo, también porque les queremos, debemos evitar consentir que coman alimentos desaconsejados o en cantidades excesivas, porque este gesto tan sencillo les está protegiendo de futuras enfermedades.
Procura que tu despensa sea siempre una fuente de salud para toda la familia.
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