
La piel de las frutas y de las verduras está llena de nutrientes, pero también de pesticidas y de cera, con la que las bañan para darles brillo antes de venderlas, por lo que siempre hay que lavarlas o pelarlas antes de comerlas. Esos bonitos colores, con los que la naturaleza pinta las frutas y verduras, contienen pigmentos que poseen magníficas cualidades antioxidantes para protegerlas de los radicales libres, como el resveratol , por ejemplo, un antioxidante que se encuentra en la piel de la uva y de otras frutas. Sin embargo, no todos los nutrientes se encuentran en la piel, ya que tanto ésta como la carne de frutas y verduras contienen vitaminas, fibra y minerales, entre otros nutrientes. El licopeno, que da ese bonito color rojo a los tomates y a los pimientos, se encuentra por dentro y por fuera y las manzanas y las patatas, mantienen casi todos sus nutrientes después de pelarlas. Por lo tanto, podemos quitarles la piel sin perder más que una pequeña parte de los beneficios que nos aportan.