NO es cierto que el chocolate negro no engorde, por lo tanto tampoco es cierto que se pueda comer libremente cuando se está a dieta. Es más sano porque al contener más cantidad de cacao, contiene algo menos de grasa, pero en realidad tiene casi tantas calorías como el chocolate con leche, más de 550 kcal. por 100 grs.
Se calcula que anualmente la industria alimentaria lanza 10.000 nuevos productos alimenticios al mercado. El márketing nos hace creer que la mayoría de ellos se crean para mejorar nuestra salud y hasta deciden ¡qué dieta e incluso qué sabores van a estar de moda cada año! El mundo de la nutrición y las dietas se ha convertido en un negocio en el que son muchos los que ganan dinero prometiendo salud a cambio de venderte algo. ¿Cuántos sabrían distinguir lo que les conviene de lo que no?
"Diabulimia", un nuevo trastorno del comportamiento alimentario
Una gravísima combinación de diabetes y bulimia se está manifestando entre jóvenes inglesas que desean adelgazar.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/01/130118_salud_diabulimia_yv.shtml
¿Sabías que comer y cenar con un refresco te engorda 12 kilos al año?
Mucho se habla últimamente de las consecuencias de beber refrescos azucarados, sobre todo de la obesidad y de que la obesidad conduce a la diabetes, entre otras enfermedades.
Comer y cenar bebiendo refrescos en lugar de agua, se ha convertido en un hábito para muchas personas, que no son conscientes de los efectos que un gesto tan simple puede producir en su salud.
Resulta paradójico que haya quienes sustituyen el azúcar del café por sacarina después de haberse tomado un refresco, ya que una lata de 330cc de refresco contiene 33grs de azúcar. Si tomas una lata en la comida y otra en la cena, habrás añadido a tu dieta diaria 280kcal, más o menos la misma cantidad de energía que consumes cuando caminas 2 horas, vas al gimnasio durante 1 hora y 40 minutos y juegas al tenis durante 1 hora. Y el mismo resultado se aplica al consumo de 2 tercios de cerveza o de un cubalibre al día.
Machacarse haciendo ejercicio para quemar un par de latas de cerveza o de algún tipo de refresco, no es algo que habitualmente se haga, así es que, esas 280kcal de más, que se consumen cada día, hacen un total de 102.200kcal en un año. Traducido a kilos, algo tan tonto te puede hacer engordar 11 kilos y 355grs. ¿Crees que merece la pena?
Si quieres adelgazar, trágate una lombriz o haz una dieta milagro
Un año la Dukan, otro la de la alcachofa, antes fue la de Atkins y la última, la de este año, se llama Flash (la última dieta protéica de moda). Como si la alimentación fuera una moda, parece que hay que cambiar de dieta cada año, como el largo de la falda.

Cuántas veces habremos oído eso de "¿has probado la dieta...?es estupenda, esta funciona de verdad y además te enseña a comer". Siempre me ha hecho gracia eso de que una dieta milagro "enseña a comer", pero claro, a la hora de vender nos pueden decir cualquier cosa, porque, lo creamos o no, las dietas milagro no están creadas para mejorar la salud de nadie, sino para ganar dinero y los publicistas están para eso, para hacernos creer en las bondades de lo que nos venden. Y lo más gracioso de todo es que uno, hasta llega a creerse que está comiendo lo que quiere, aunque la dieta consista en alimentarse un día entero a base de pollo, de melocotones o de sopa de tomate.
El caso es que dietas milagro las hay para todos los gustos y que cualquier persona espabilada puede inventar una, ya que el único logro que persiguen es la pérdida de peso. Que sean más o menos agradables o más o menos sanas, es lo de menos. Para muestra, además de las tan conocidas en la actualidad, a principios del siglo XX un estadounidense creó una dieta que consistía en masticar y escupir (Las dietas más extrañas de la historia) y por la misma época se publicitaba otra en la que había que tragar huevos de lombrices "solitaria", que ya se encargaría la lombricita (que podía llegar a medir hasta 9 metros y producir unos efectos nada agradables) de adelgazar a quien la hospedaba. Y lo sorprendente es que tenían sus seguidores, igual que las de ahora.
Y yo me pregunto si no les resultaría más fácil y agradable hacer una dieta equilibrada en la que pudieran comer de todo y con la que -además- mejorarían su estado de salud, pero parece que hay quienes disfrutan sufriendo con la moda y arriesgando su salud hasta límites insospechados.
Y yo me pregunto si no les resultaría más fácil y agradable hacer una dieta equilibrada en la que pudieran comer de todo y con la que -además- mejorarían su estado de salud, pero parece que hay quienes disfrutan sufriendo con la moda y arriesgando su salud hasta límites insospechados.
Intolerancia a la lactosa o ¿por qué la leche me sienta mal?
Cuando alguien dice que le sienta mal la leche es muy posible que tenga una intolerancia a la lactosa (el azúcar natural de la leche) por falta de lactasa, que es el enzima encargado de digerirla desdoblándola en glucosa y galactosa para que pueda ser absorbida a través de las vellosidades intestinales.

Esta intolerancia puede aparecer a cualquier edad y de hecho se calcula que, solo en Estados Unidos, unos 30 millones de personas mayores de 20 años no toleran la lactosa y que aproximadamente un 70% de las personas adultas de todo el mundo tienen algún grado de intolerancia.
Existen varios tipos de intolerancia a la lactosa:
- La intolerancia por pérdida progresiva (con la edad) de la producción de lactasa intestinal es la más común.
- La ausencia total de lactasa desde el nacimiento se llama intolerancia "primaria". Es de origen genético y es la menos habitual.
- La intolerancia causada por una gastroenteritis bacteriana o vírica o tras la toma de algún medicamento que haya afectado a la mucosa intestinal se llama "secundaria" y desaparece a los pocos días, si se hace una dieta blanda exenta de lactosa.
Los síntomas de intolerancia a la lactosa suelen aparecer entre 15 minutos y 2 horas después de haber consumido un alimento que la contenga y suelen durar entre 4 y 6 horas, produciendo:
Para evitar los síntomas se deben eliminar de la dieta todos los productos lácteos, así como cualquier alimento que los contenga, aunque actualmente existen en el mercado cápsulas y comprimidos de lactasa que en ocasiones pueden resultar útiles para ayudar a digerir la lactosa.
¿Qué es una intolerancia alimentaria?
Una intolerancia alimentaria es la incapacidad para digerir un alimento. En la digestión intervienen diversas sustancias, que segregamos por la saliva, el estómago, la vesícula biliar, el páncreas y el intestino. Por ejemplo, segregamos un enzima diferente para digerir cada tipo de azúcar (el de la fruta, el de la leche, etc.). Cuando la cantidad de uno de esos enzimas es insuficiente para digerir determinado alimento, la digestión de dicho alimento puede resultar muy difícil o incluso imposible, lo que puede ocasionar molestias digestivas como dolor, hinchazón, gases y diarreas o incluso una malabsorción intestinal que ocasione una desnutrición importante.
Se puede tener intolerancia a cualquier alimento, pero las más comunes son la intolerancia a la lactosa y al glúten.
Las causas de las intolerancias alimentarias pueden ser diversas:
- Enzimática (por déficit de enzimas para digerir el alimento, como ocurre en la intolerancia a la lactosa)
- Farmacológica o química (por efecto de algunas sustancias presentes en los alimentos)
- Indeterminada (reacciones a aditivos alimentarios)
Comida de invierno para combatir el frío
Con la nieve, la lluvia y el frío, buscamos alimentos calientes, que nos ayuden a entrar en calor. Nunca un caldo caliente resulta tan apetecible como cuando tiritamos de frío, así es que ahora es el momento de volver a las suculentas recetas tradicionales de cuchara, como esas sopas, que parece que nos reconfortan hasta el alma, los guisos y potajes de lentejas, carne o pescado, acompañados de patatas y verduras, el cocido, la fabada o las migas, que desde siempre han proporcionado a los pastores la energía que necesitan para soportar las bajas temperaturas.
La forma en que se cocinan los alimentos es importante a la hora de elegir qué vamos a comer para calentarnos, ya que, evidentemente, los alimentos tratados con calor nos aportan calor, mientras que las recetas frías tienen el efecto contrario.
También tendremos en cuenta que existen alimentos que calientan más que otros:
También tendremos en cuenta que existen alimentos que calientan más que otros:
- Los alimentos de origen animal calientan más que los vegetales (por eso las ensaladas apetecen más en verano y las carnes en invierno).
- Entre los alimentos vegetales, los tubérculos (como las patatas, zanahorias y boniatos) son los que nos aportan más calor.
- Los alimentos compactos y secos calientan más que los frescos (las legumbres más que las verduras frescas y los frutos secos más que la fruta fresca). Cuanto más líquido contiene un alimento, más enfría.
- Los salados calientan más que los dulces.
- Los alimentos de temporada que crecen en invierno son más "calientes".
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